lunes, 28 de mayo de 2012

Hot dogs para todos

Hace rato que vengo pensando en cambiar el corazón de mi blog. Es que pegarle al gobierno es ya un deporte nacional en el que no me voy a destacar nunca.y además de tan obvio, ya aburre. 

Me voy a permitir en lo sucesivo mechar notas que no tengan que ver tanto con la política y la realidad. De todas formas hay que decirlo, esta realidad de Argentina 2012 es mucho más jugosa que cualquier ficción.  Por eso es tan difícil a veces permitirse pensar por afuera de la realidad: la realidad es insuperable.

Y te voy a poner un ejemplo muy concreto. Se habló bastante en todos lados de la misión comercial a Angola. En lo personal me cuesta entender que fuimos a buscar o descubrir. Me acuerdo todavía de Alfonsín y su política exterior con los "países no alineados", que no eran otros que estos mismos que Cristina salió a colonizar. Lo único que le falta a este gobierno para seguir innovando es proponer un cambio de la capital del país a alguna ciudad más patagónica. No se como no se le ocurrió todavía a ningún craneo.   

En cualquier caso a Angola mandamos a lo mejor del emprendedorismo nacional. Y como muestra no hace falta más que un botón. En la nave colonizadora estaban los muchachos de La Salada. Si, los mismos que comercializan réplicas falsas de marcas de primera línea. 

Si vos te creías que Cristina usaba Gucci y Cartier tengo que contarte que estabas equivocado: Cristina compra todo en La Salada. Sería imposible pensar que en un país en el que no se puede importar ni un chupetín, la presidente use joyas y prendas importadas. Sobretodo si puede comprar la misma calidad por 1/10 de su valor.

Para que salgas del tupper además y aprendas a valorar a los fabricantes nacionales, te cuento que los muchachos de La Salada hacen bastante más que replicas. Son productores en escala de clavos miguelito y además están en la biotecnología.

Y eso es lo que fuimos a exportar: biotecnología. Y tenemos pruebas. Dado el altísimo costo que tienen hoy en día los caniche toys importados, los genios de la salada han sacado la versión nacional: el famoso perro rata.

Al parecer tomando una rata de esas que abundan por la ciudad gracias a la falta de apego de Mauricio al trabajo, y aplicándole una serie de esteroides (y algún que otro tratamiento de frizado en peluquería canina) se puede obtener algo bastante parecido a un perro. 

En realidad es bastante mejor que un perro: no ladra y no necesita que lo saquemos a pasear. Ni siquiera hay que tener alimento balanceado que hoy en día es todo un presupuesto: alcanza con dejar la alacena abierta para que nuestro simpático amigo se consiga su propio alimento. Tiene algún que otro comportamiento anómalo como subirse a las heladeras, pero no es algo que los agoleños vayan a notar, porque claro, nuestros nuevos socios comerciales no tienen heladeras.

Imaginate el beneficio económico que supone tomar algo que es gratis como una rata y venderla por perro de raza en el exterior. Pronto vamos a poder pagar toda la deuda externa y dejar atrás el grupo de países en vías de desarrollo. Aplaudo entonces la audacia de este gobierno, que no para de abrir oportunidades de negocio para todos los que queremos laburar. Y si la crisis te lleva a comprar cosas en la salada, recordá no comprar mascotas, porque te están metiendo el perro.

Yo por si acaso ya puse mi porción de batata y queso bajo cuatro llaves. Con tanto caniche toy nacional dando vueltas, la cosa se complica... 

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