¿Donde radica el verdadero secreto de la amistad? ¿Que nos hace amigos de nuestros amigos? Vaya uno a saber. Bueno, en realidad tengo algunas teorías al respecto. La más respetable se basa en la hostilidad del mundo exterior. Como afuera todo es extraño y todo es peligroso, uno se refugia en un círculo de personas entre los que encuentra protección.
Y defino como "afuera" a todo lo ajeno al núcleo familiar, no necesariamente por vínculo sanguíneo sino por camaradería de equipo. El colegio es el ejemplo más claro de mi teoría: es el nosotros vs. los demás, siendo los demás las autoridades y todos los que claro no pertenecen a nuestra clase.
Es una teoría incompleta de todas maneras, porque claro dentro de tu misma clase también tenés un núcleo afín y otro hostil. Pero no pretendo explicar el origen de la amistad sino presentar mi reflexión del día de la fecha.
Mientras pasaba por la puerta de Moliere, una confitería muy famosa de barrio norte donde con varios de mis primeros amigos de facultad solíamos departir algunos viernes por la noche, recibí un mensaje de otro grupo de compañeros de colegio que se juntaban a comer algo para recordar los viejos tiempos.
Lo curioso fue que la organización que ya había comenzado temprano esta semana, era para el jueves que viene. Y fue eso justamente lo que me sorprendió: organizar algo en la Argentina de hoy para dentro de 8 o 10 días no se condice con nuestra realidad. Argentina es hoy y con suerte mañana si pudiste llegar al día siguiente. Pero no más que eso.
Y entonces me acordé de mi vida en Alemania. Era justamente el opuesto a esto: nada era hoy, porque claro todo estaba planificado de forma que tu realidad de hoy era la que vos sabías con no menos de 15 o 30 días de antelación.
Para muestra vale un botón: fuí a misa un domingo y el cura anunció que cambiaban los horarios. Al domingo siguiente por supuesto y como buen alemán, fui al "nuevo horario" solo para descubrir que los horarios en realidad cambiaban en 2 meses...el tipo estaba anunciando que en 2 meses cambiaba el horario,
No todo era tan risueño. Para ir a almorzar con alguien al mediodía tenías que pedir una cita con no menos de 10 días. Y no estoy hablando de un extraño: era la regla para cualquier compañero de trabajo. Nadie pasaba por mi mesa a invitarme a almorzar, porque claro todos tenían ya agendado con quién almorzaban cuando. A excepción de mis amigos de españa y latinoamérica que eran más casuales...pero esa era la excepción y no la regla.
Personalmente me parece muy aburrido tener que estar planeando con quién voy a ir a almorzar en 10 días, por lo que la mayoría de las veces almorzaba solo. Pero también es demente no saber si mañana vas a estar almorzando o corriendo a la cueva a comprar dólares o peor aún si siquiera vas a estar vivo.
De cualquier forma, a mis amigos de antes, a los de ahora, a los de acá y a los de allá, les deseo un muy feliz día y prometo verlos pronto para que comamos juntos una buena porción de batata y queso. Pero no me pongan fechas: no es que sea alérgico al calendario. es solo que estoy planificando mis próximas 12 horas de vida. Algo que en la Argentina de hoy no es poca cosa.
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